Los impuestos y la herencia es una de las cuestiones siempre candentes.
Hoy en día hay grandes diferencias entre las comunidades autónomas, desde la casi inexistencia para Navarra y País Vasco hasta los mayores costes de Andalucía, Asturias, Extremadura o Aragón.
Para una herencia de unos 800.000 euros el coste puede pasar de 0 a 164.000 euros. La dispersión fiscal hace que se intenten utilizar los criterios de atribución de la competencia de la liquidación del Impuesto, buscando fijar la residencia en un lugar donde el coste de la herencia sea inferior, o al menos razonable, y últimamente con los efectos de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha declarado en fechas recientes la nulidad del impuesto de sucesiones para los ciudadanos de la Unión Europea por el efecto sobre la libre circulación de capitales.
Para evitar este tipo de situaciones y en especial después de la normativa europea que fija la competencia para las sucesiones la competencia queda fijada en el lugar donde más tiempo se ha residido en los cinco últimos años.
De esta manera se evita la manipulación de un traslado de domicilio en el corto plazo para evitar el pago de los impuestos.
Hoy en día se han compensado en alguna de las Comunidades Autónomas más caras por impuesto de donaciones que permiten mejorar los costes fiscales de la transmisión de patrimonio.
Se prevé la armonización del tributo, se prevé, pero hay una tendencia que pretende que la armonización sea al alza, con un índice mínimo que se aplicaría en todas las comunidades autónomas.
No obstante, a fecha de hoy, la falta de acuerdo político parece frustrar este objetivo.
En todo caso, debemos recordar que se trata de la cesión de un patrimonio por el que el causante que transmite el mismo ya ha pagado todos los impuestos.
Una buena previsión rebaja la factura fiscal. Consúltennos.
