El coste de la herencia por autonomía ha introducido una variable importante a la hora de definir nuestras últimas voluntades.
Este factor territorial hace que desde el tipo pretendidamente base aplicable a las herencias que liquida el estado por no estar transferida a las Comunidades Autónomas. Esta «desgracia» se sufre casi siempre que en la herencia hay un componente de derecho internacional privado.
Cataluña por ejemplo tiene un tipo del impuesto considerado alto y sin embargo, es más económico que el tipo del impuesto estatal.
Madrid tiene un impuesto que si bien se encuentra altamente bonificado para parientes más próximos en el caso de vinculaciones familiares entre tíos y o primos resulta ser uno de los impuestos más caros, pero claro, esto es la excepción, no la regla, cuando se trata de herencias entre padres e hijos. El el caso del parentesco más lejano, sin embargo, dado el valor de los inmuebles en la capital crea casi un efecto confiscatorio o desincentivador en la herencia que da lugar a renuncias, en particular si en la herencia no hay liquidez, sino patrimonio ilíquido y no se puede hacer frente al coste del impuesto.
Extremadura es la tercera comunidad más cara y si bien había introducido bonificaciones en las donaciones, han sido eliminadas en fecha reciente…
Asturias es considerada la segunda comunidad más cara de España en cuanto al impuesto de sucesiones y donaciones, y con la peculiaridad de que los ingresos por estos impuestos son de los más bajos de España.
Aragón, la cuarta más cara… Andalucía también entre éstas.
Estas comunidades con tipos impositivos altos y pocas bonificaciones quieren obligar a las comunidades que lo han reducido a revisarlo al alza en lugar de ser ellos quienes bonifiquen los impuestos. Además no hay relación directa entre tipos más altos y mayores impuestos, porque la relación es la contraria.
