La Herencia y sus trámites y la prescripción han sido y son un problema en la solución de conflictos familiares. La inacción o inactividad a la hora de solicitar llevar a cabo los trámites de la partición de herencia pueden llegar a suponer la pérdida de nuestros derechos.

Desde el mundo del Siglo XXI puede parecer extraño que haya determinados derechos que se pierdan o se ganen por el mero transcurso del tiempo.

La experiencia en los despachos profesionales, sin embargo, pone de manifiesto cómo alguno de los interesados directa o indirectamente en las herencias aprovecha coyunturas para hacerse con mayor porción de la tarta de aquella a la que ha sido inicialmente llamado por el testador.

En ocasiones no es el heredero o legatario directo, sino las personas que después van a suceder a aquél los que pretenden crear una apariencia de inacción o un estado de cosas que directamente o indirectamente les beneficie o les permita hacer propio más patrimonio que el inicialmente destinado a ellos.

Por este motivo es fundamental que contemos con un buen asesoramiento a la hora de determinar cual es nuestro protocolo de actuación y cómo ejercitar los derechos que nos corresponden y/o cómo gestionar o administrar lo que pudiera correspondernos para evitar perder derechos por el mero transcurso del tiempo.

En la práctica del despacho hemos visto cómo la indivisión de la herencia ha perjudicado patrimonios hasta dejarlos por debajo del 50% de su valor inicial o cómo determinados llamados a la herencia han perdido todos sus derechos por no haberse asesorado… durante 34 años.

Solicitar consejo profesional adecuado evita todo este tipo de situaciones.

Es imprescindible saber qué, cómo, cuándo… y más en estos momentos de crisis el hacer, el no hacer o el hacer mal puede suponer responsabilizarse de las deudas del causante.